Si lo has intentado y no has tenido éxito, no desesperes porque sí es posible hacer unas patatas fritas que se asemejen mucho a las de toda la vida sin que tengan que bailar en una sartén llena de aceite
El postre crujiente de manzana con solo tres ingredientes y que puedes preparar en la freidora de aire
Es normal que no hayas conseguido que te salgan igual que en la sartén. No olvides que una freidora de aire es como un horno de convección, pero en tamaño reducido, por lo que realmente no estás friendo las patatas y el resultado, por tanto, no puede ser el mismo. Suele ser, además, una de las preparaciones en las que más esperanzas se depositan con la airfryer y una a las que más cuesta coger el truco. Pero no desesperes porque sí, es posible hacer unas patatas fritas que se asemejen mucho a las fritas de toda la vida sin que tengan que bailar en una sartén llena de aceite. Solo hay que seguir una serie de recomendaciones. Y, como todo en la vida, ir cogiendo práctica con cada intento.
El secreto está en la calidad de las patatas
La calidad de los productos que consumimos afecta directamente en el resultado de las recetas que preparamos. En el caso de una receta aparentemente tan simple y sencilla como preparar unas patatas fritas, también. Sobre todo a la hora de hacerlas en la freidora de aire. En la sartén es difícil que no nos salgan unas patatas fritas perfectas, blandas por dentro y crujientes por fuera; pero ya hemos visto que en la freidora de aire esto no es tan evidente.
Escogeremos siempre patata nueva, la que se ha cosechado en el mismo año. Visualmente podemos distinguirlas porque suelen estar más “sucias” de tierra, suelen ser de un tamaño menor y con formas más irregulares y las yemas son muy pequeñas o casi imperceptibles. Pero para asegurarnos de que lo son —si no las compramos a granel— hay que ir directamente al etiquetado, donde podemos conocer tanto su procedencia como su categoría. Hay muchos tipos de patatas, pero una de las mejores para freír es la patata agria, por su textura firme y su sabor más intenso.
El corte también importa
Después de escoger bien las patatas, nos toca limpiarlas, pelarlas (si quieres también puedes dejarles la piel) y cortarlas. El tamaño, ni demasiado fino ni demasiado grueso, y todas del mismo tamaño en la medida de lo posible. Puedes hacer bastones de un centímetro de grosor, o algo más. Hay cortadores que son muy útiles para que todas las patatas tengan el mismo tamaño.
Con las patatas ya cortadas, vamos a poner en práctica uno de los trucos más importantes para tener éxito en tu receta de patatas fritas en freidora de aire. Lo que vamos a hacer es llenar un bol grande con agua muy fría, a la que podemos añadir además unos cubitos de hielo y las dejaremos reposar durante al menos 30 minutos. Con este paso lo que vamos a conseguir es reducir el almidón de la patata, lo que hará que sea más fácil conseguir la textura ideal, tanto por fuera como por dentro. Transcurrido el tiempo, escurrimos y secamos muy bien con papel absorbente.
Del bol, al cestillo
Una vez tengamos las patatas ya bien secas, vamos a echarles por encima un chorrito de aceite de oliva virgen extra que repartiremos muy bien y salpimentaremos al gusto. Ahora sí, ya toca meterlas en el cestillo de la freidora. Otra cuestión que hay que tener en cuenta para tener éxito es que no podemos cocinar tantas patatas fritas al mismo tiempo como cuando las hacemos en un sartén grande, freidora de aceite o en un horno. No podemos llenar mucho el cestillo de nuestra airfryer, es importante que no estén unas encima de otras y que quede espacio para que circule el aire y se puedan cocinar bien.
Primero las cocinaremos a 120º grados durante unos diez minutos aproximadamente. Pasado ese tiempo, sacamos el cestillo y removemos. Aumentamos la temperatura hasta los 180º grados y cocinamos otros diez o quince minutos, pero cada cinco abriremos para remover y ver cómo avanza el proceso. Si quieres cocinar bastantes patatas, y en función de los litros que tenga tu freidora de aire, es probable que tengas que hacer varias tandas.
Otras opciones
Estos trucos son muy útiles para cocinar una versión más saludable de las tradicionales patatas fritas en sartén y aceite sin penalizar el resultado, pero hay otras opciones. Una de ellas, es introducir durante unos diez minutos las patatas ya cortadas, remojadas y bien escurridas en el microondas para cocinarlas un poco previamente de modo que acortaremos el tiempo de “fritura” y conseguiremos que estén más tiernas.
Este mismo proceso se puede hacer sin microondas, hirviendo las patatas durante el mismo tiempo en una olla con abundante agua. Si añadimos alguno de estos pasos a los anteriores conseguiremos unas patatas que se convertirán en una guarnición deliciosa para cualquier plato principal.