Seúl – “Vayamos más allá del odio, protejamos la dignidad humana, entremos en relación unos con otros, persigamos la fraternidad universal y avancemos hacia un mundo sin discriminaciones, donde se realicen la justicia y el amor del Señor”: es el mensaje difundido por John Kim Sun-tae, obispo de Jeonju y presidente de la Comisión “Justicia y Paz” de la Conferencia Episcopal de Corea del Sur, mientras en el país vuelve a hablarse de “diálogo con Corea del Norte”, en un tiempo que, para los creyentes en Cristo, es el Adviento, el tiempo de espera y preparación para el nacimiento de Cristo Salvador.
El obispo Kim ha comentado: “En todo el mundo se sigue sufriendo por la presencia del odio y de la discriminación” y, como creyentes que conocen “el valor de la dignidad humana”, “nos comprometemos a crear un mundo de amor y de unidad”.
La primera referencia para los fieles coreanos es la de las heridas de la división en la península. El obispo ha afirmado que “se están difundiendo entre jóvenes y ancianos sentimientos de odio y han alcanzado un nivel muy preocupante en nuestra sociedad”, en la que, por otra parte, se ha debilitado notablemente el impulso hacia la reconciliación y la reunificación de Corea. Este objetivo durante décadas ha sido citado y considerado “entre las prioridades” en el ámbito político, social y religioso. La Iglesia católica hoy ve, sobre todo entre las nuevas generaciones, el debilitamiento de esta conciencia y de esta tensión hacia la unidad, y se compromete a “mantener viva la llama de la esperanza”.
Por ello, con un llamado dirigido “a todas las personas de buena voluntad”, el obispo Kim ha manifestado su esperanza de que: “ante todo se abran los corazones, para reconocer que todos los seres humanos han sido creados a imagen de Dios y tienen dignidad, y para que podamos tener un corazón lleno de respeto y consideración hacia todos los seres humanos”. El camino que se debe seguir, indicado a jóvenes y adultos, es “la empatía universal, mostrada por Jesús”, ha dicho, exhortando luego a los políticos a “practicar una política para el bien común y para la convivencia, es decir, una ‘buena política’”.
El gobierno coreano ha declarado abiertamente que quiere reanudar el diálogo con Corea del Norte, al menos con el objetivo de lograr la liberación de los seis ciudadanos de Corea del Sur detenidos al otro lado de la frontera. La suspensión de los diálogos intercoreanos -se lee en una nota de hoy de la oficina presidencial- impide que se den pasos adelante para la liberación de los prisioneros, arrestados entre 2013 y 2016 con la acusación de espionaje.
“Al estar suspendidos el diálogo y los intercambios intercoreanos durante un período prolongado, el sufrimiento de nuestros ciudadanos causado por la división nacional continúa y la cuestión necesita urgentemente una solución”, se lee en el comunicado presidencial. “Trabajaremos sobre la base del consenso público para reanudar el diálogo intercoreano lo antes posible”, afirma la nota. El gobierno tiene intención de comprometerse en “consultas con Corea del Norte”, ha confirmado el Ministerio de Unificación, un ministerio que todavía existe en el gobierno de Seúl.
Actualmente Corea del Norte continúa manteniendo una línea de rechazo al diálogo intercoreano desde que, en 2023, Kim Jong Un dijo que renunciaba a cualquier relación con Corea del Sur.